CVII
Mis ojos, que codician cosas bellas
como mi alma anhela su salud,
no ostentan más virtud
que al cielo aspire, que mirar aquellas.
De las altas estrellas
desciende un esplendor
que incita a ir tras ellas
y aqui se llama amor.
No encuentra el corazón nada mejor
que lo enamore, y arda y aconseje
que dos ojos que a dos astros semejen.
tradução de Manuel J. Santayana Ruiz
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/22/actualidad/1337709229_551716.html
Nenhum comentário:
Postar um comentário
Comentários são bem-vindos!